LA SALUD EN JAQUE POR LIMITACIONES ÉTICAS Y LOGÍSTICAS
FALSO POSITIVO. Después de días en silencio, el Presidente M. Vizcarra (13/05/20) ofreció conferencia de prensa y señalo que el Coronavirus en “el Perú ya llego al tope, a la cima y que empieza un descenso lento”. Por su parte, el Ministro de Salud V. Zamora confirmo lo dicho. Sin embargo, pasado los días, lo dicho no se ajustan a la verdad, el número de contagiados en el Perú sigue en ascenso al igual que el número de muertos por Coronavirus. No hay meseta, ni pico a la vista. No se entiende la ligereza con la que el ejecutivo enuncia tales “buenas noticias”, en medio de una crisis sanitaria que día a día continúa enlutando y sumergiendo en la desesperación a miles de familias.
LA SALUD, PARALIZADA POR LA CORRUPCIÓN Y LA INDIFERENCIA. hospitales en regiones colapsados, centros de salud desbordados, una creciente presión sobre el sistema de salud público por la pandemia, hospitales inconclusos, paralizados por sobrevaloraciones, con ampliaciones de plazo injustificados, con observaciones de contraloría por fallas técnicas, con irregularidades en los Expediente Técnico, en conclusión, cercados por la corrupción. Y de “yapa”, faltos de gestión estratégica, estancados por demoras de trasferencia presupuestales o inconclusos por incumplimiento de los contratistas y ahora varados por la declaratoria en emergencia. Sumado a ello la indiferencia gubernamental y la implementación de políticas neoliberales afín de favorecer a clínicas privadas y a monopolios farmacéuticos. Esta es la situación general de la salud publica en el país, crítica en demasía, en la que urgen cambios y reformas estructurares que reorienten el sistema y la política sanitaria.
LA INDOLENCIA, DIRIGIENDO LA SALUD. Tras las declaraciones infames del Ministro de Salud, Víctor Zamora, de que “limitaciones logísticas y éticas” le impedían decidir el traslado de médicos infectados a lima para su recuperación. El Colegio Médico pidió la renuncia del Ministro, que se le expulse de la orden médica y por tanto anuncio su retiro del grupo de asesores del gobierno, por la indiferencia, la falta de compromiso y de camaradería, por la negligente y la irresponsabilidad con la que se maneja el Sector, “no solo desanima, sino también desalienta y duele”. Al parecer la indolencia forma parte de la personalidad del ministro pues en ocasión anterior decía respecto a las víctimas del virus que: "un grupo va a morir en el hospital, otro en la calle, en albergues o en sus casas”, declaraciones que causaron nerviosismo y desesperación sobre la real capacidad del ministro en el manejo de la pandemia. Si ese es el camino que trazado el ministro nos queda claro que los médicos seguirán escogiendo entre los vivos a los muertos, mientras para muchos peruanos y trabajadores de la salud se les acaba el tiempo.
SOLUCIONES, NO HIPOCRESÍAS. Resulta aterrador pensar que en el “Año de la Universalización de la Salud”, en la “primera línea” (trabajadores de la salud) siga creciendo el número de contagiados y víctimas fatales con el virus, fruto de las precarias condiciones en las que laboran. Todos los días, se registran protestas en este sector médicos, enfermeras y tecnólogos con pancartas y gritos exigiendo “dotación de Recursos de Protección Personal adecuados, insumo, equipos y más personal para batallar contra la pandemia”, un “seguro” en caso de caer infectado y/o muerto, el “pago de sus nóminas”, “nomas tercerización”, señalan estar “reusando mascarillas y cubriéndose con bolsas de plástico”, declaran que a falta de infraestructura atienden a pacientes en carpas acondicionadas, en sillas de plástico a la intemperie, o que ya no pueden recibir más pacientes por el hacinamiento, llegándose al extremo incluso de sufrir discriminación frente al temor a contagios. Queda claro que apremian soluciones concretas y urgentes a las exigencias de los trabajadores de la salud si queremos ganar la guerra contra la pandemia y mejorar la salud. En estos momentos no hay espacio para hipocresías o falso apoyos como darles “un aplauso”, ofrecer “saludos o felicitaciones”, iluminar capillas o plazas en “agradecimiento” a sus denodados esfuerzos por salvar vidas. No lo han pedido, exigen se les cumpla en sus demandas, ese es el apoyo real que necesitan.
PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y MEDIDAS NECESARIAS FRENTE AL COVID-19. Apremia cambios en el manejo de la pandemia, no solo de protagonistas, si la implementación de políticas y medidas como los Cercos epidemiológicos focalizados para búsqueda y tratamiento de pacientes asintomáticos, liberación de patentes de las medicinas, distribución gratuita de medicamentos y oxígeno en hospitales públicos, investigación por universidades en la búsqueda de medicamentos y tratamientos contra el Covid-19, inclusión de las organizaciones sociales como las Rondas Campesinas, Comités de Auto Defensa, Asociaciones Barriales que coadyuven en el control, la seguridad y el tránsito en sus jurisdicciones, en la gestión de apoyos y de alimentación de los más necesitados; integración de los Creímos y Asociaciones de Trabajadores que ayuden la higiene y protección de los trabajadores.